BICICLETA

Doce consejos rápidos para comenzar a ir en bici por la ciudad

 Doce consejos rápidos para comenzar a ir en bici por la ciudad
Ir en bici por la ciudad está lleno de miedos y prejuicios, especialmente por parte de quien no lo ha hecho nunca. Anímate a probarlo, sal con alguien que tenga más experiencia en fin de semana o únete a alguna iniciativa como En bici al trabajo del blog enbicipormadrid para que el primer contacto no sea tan brusco. Verás que ni los coches son agresivos asesinos, ni las calles pistas mortales, ni ir del punto A al punto B una proeza para súperhumanos. Ir en bici es sencillo, natural y espontáneo.
Te ofrecemos doce pequeños consejos para que tu experiencia sea mucho mejor:

No circules por la acera

Salvo que seas un niño de seis años en una bicicleta con ruedines, no hay nada más frustrante que ir por la acera caminando y que te adelante un ciclista a alta velocidad. Los peatones son el colectivo menos protegido de la ciudad, tienen que aguantar ruidos, están expuestos a atropellos, confinados en aceras estrechas y a desvíos absurdos para no molestar a los coches. No les compliques más la vida.

Posee tu carril

Legalmente, las bicicletas tienen que circular por la calzada, por el carril situado más a la derecha. Posee tu carril, circula por el centro del mismo. Ir en un lateral hará que los coches te adelanten sin cambiar de carril, lo que es extremadamente peligroso: la fuerza del coche o un pequeño toque pueden desestabilizarte y hacerte caer al suelo, y una calzada llena de coches no es el mejor sitio para tumbarse.

No es una carrera

No engañamos a nadie: las bicicletas van más despacio que los coches, ya sea porque no podemos ir haciendo un sprint contínuo o porque los coches no respetan las velocidades máximas en ciudad. ¿Y qué? No estamos compitiendo, estamos yendo de un sitio a otro. No te ofendas ni te preocupes porque te adelanten los coches, es lo más normal del mundo. ¿Qué sentido tiene picarse con alguien que no conoces de nada y a quien no vas a volver a ver jamás?
Si llevas detrás un coche y te pone nervioso, anímale a que te adelante. Es muy posible que te lo encuentres parado en el siguiente semáforo. Y ver la cara de un conductor nervioso al ver que te encuentras con él en cada semáforo es uno de los mayores placeres de ir en bici.

Elige tu ruta

Ir en bici no es lo mismo que ir en bus, en coche o en metro. Si la vas a usar para ir al trabajo, elige tu ruta con ayuda de un servicio de mapas online. Podrás elegir las calles más tranquilas, con menos cuestas, obras, atascos o baches, con más sombra o simplemente las más agradables. Date unos días para probar diferentes rutas y elige la que más te guste según el destino o la hora.

Marca tus maniobras

¿Vas a girar? ¿necesitas que te dejen pasarte a otro carril porque en el tuyo hay un autobús detenido o un coche aparcando? Haz un gesto para indicarlo y te sorprenderá lo bien que reaccionan el resto de conductores.

Respeta las normas

Los semáforos en rojo son para detenerse, las calles en dirección prohibida no son para entrar en ellas… no podemos ser vehículos cuando nos conviene y peatones cuando no. Si quieres que te respeten, y que los demás ciudadanos tomen en serio la bicicleta como medio de transporte,respeta las reglas con sentido común. Incluso evitarás accidentes.

Si te pitan… sonríe

Pese a lo que puedas imaginarte, la mayoría de conductores no son agresivos. Si no haces locuras, te costará encontrarte con alguno. Pero hay de todo en el mundo, y si te encuentras con que un conductor te toca el claxon por ir en bici (ojo a que no sea por algún otro motivo) simplemente gírate y sonríe. No hay nada que les desconcierte más. Cromañones cada vez hay menos, y hay que hacerles ver que la calle no es solo suya, que la bici ha llegado para quedarse y que somos más felices que él.
 Doce consejos rápidos para comenzar a ir en bici por la ciudad

Casco sí, casco no

Hay muchas opiniones acerca de llevar casco o no. La ley lo aconseja pero no obliga, y la decisión es tuya. Pero sé consecuente con ella: el casco en el portapaquetes de la bici puede caerse y ser peligroso, y llevarlo en el codo es un absurdo. Si lo que te preocupa es que sea horrible, elige uno de diseño: hay muchos en las tiendas especializadas que te harán olvidar esos horribles diseños brillantes que te hacen parecer una hormiga.

De noche, hazte ver

Es una locura, y además ilegal, circular de noche sin luces. Tu bici tiene que tener una luz frontal y reflectantes, y aunque no es la última moda, personalmente voy más tranquilo si me pongo un chaleco reflectante. No ocupan nada doblados y te puede sacar de un apuro. Y recuerda queeste equipamiento, más que para ver, es para que te vean. En una calle medio oscura, de noche, una figura tan pequeña como un ciclista puede ser invisible para un conductor. No lo permitas.

La música y las llamadas, mejor en casa

Recuerda que está prohibido ir escuchando música con cascos mientras circulas en bicicleta, o hablar por el móvil. Aunque llevar una bici no es algo especialmente difícil, necesitas tener tus cinco sentidos en ello, y anular uno de ellos no parece muy inteligente.

El timbre no es un adorno

No es un accesorio cursi, llevar timbre es obligatorio legalmente y te será muy útil para indicar tu presencia en algunos casos… o para pedir a los peatones menos cívicos que se aparten del carril bici.

Asegura bien la bici

Ata siempre tu bici a estructuras fijas, difícilmente desmontables y cuanto más a la vista, mejor. Piensa que un ladrón preferirá trabajar en un callejón apartado que en una calle con cientos de personas viéndole. Utiliza como medida principal las conocidas como U rígidas: las cadenas tradicionales se cortan en segundos con el equipamiento adecuado.
Infórmate sobre si tu seguro de hogar cubre tu bicicleta, y recuerda que la mejor manera de contribuir a que no se roben bicicletas es no comprarlas jamás de fuentes dudosas.

Disfruta

Esto último no es un consejo como los demás, pero sí es importante: disfruta yendo en bici, vive la ciudad, pásalo bien y aprovecha las sensaciones que solo se disfrutan en bici: una vista privilegiada de los edificios de nuestra ciudad, el frescor de las fuentes, la sensación de que semana a semana mejora tu forma física, el viento en la cara, las cuestas abajo, las miradas cómplices con el resto de ciclistas…