(Tomado de http://www.criecv.org/es/ae/)
En los años '20 el químico británico Sir A. Howard desarrolla el método Indore de compostaje de residuos orgánicos y comprueba las ventajas del uso de fertilizantes orgánicos frente a los abonos minerales. En la misma época el austriaco Rudolf Steiner, uno de los padres de la antroposofía, sienta las bases de la que se conocería como Agricultura Biodinámica.
Dos décadas más tarde Lord Northbourne en Gran Bretalña y el Dr. Müller en Suiza, basándose en los principios de Howard, inician la llamada Agricultura Orgánico-Biológica, basada en la utilización de fertilizantes orgánicos, en el buen estado del humus del suelo, la limitación de las labores culturales y considerar la finca como 'una totalidad orgánica, viva y dinámica'. Posteriormente H.P. Rush ratificaría este método con argumentos científicos y económicos.
En la década de los '70 el japonés M. Fukuoka difunde su Agricultura Natural, a través de la obra 'La revolución de una brizna de paja', basada en la filosofía de la 'no-acción': no labrar, no desherbar, no abonar. En la misma década los australianos Bill Mollison y David Holmgrem desarrollan la Permacultura, basada en diseñar ecosistemas que se mantengan de forma permanente.
A principios de la década del 70, un numeroso grupo de intelectuales en cabeza de Miguel Altieri desplazan un primer enfoque hacia una óptica ecosistema, en esta década, la literatura ecológica se expandió considerablemente hacia un enfoque agroecológico, paralelo al cual algunos autores incluían el componente social, derivado de estudios sobre desarrollo rural realizados en Estados Unidos, se difunde entonces el nuevo concepto de agroecología, que surge como un nuevo enfoque para el desarrollo agrícola, más sensible a las complejidades de la agricultura local. Sus objetivos y criterios agrícolas permiten la sustentabilidad, la seguridad alimentaria, la estabilidad biológica, la conservación de los recursos naturales y la equidad, junto al objetivo de búsqueda de mayor producción.
Actualmente cientos de miles de hectáreas se cultivan en todo el mundo según las técnicas de la Agricultura Ecológica, mostrando que frente a los modelos dominantes es posible producir alimentos sanos, en cantidad y sin perjuicios ambientales.
Qué es un sistema?
La finca como unidad está generalmente asociada con la parcela de tierra manejada por una familia, pero existen casos de grupos familiares que viven y trabajan en una sola parcela, casos de una familia con más de una parcela que no colindan, o casos de fincas agro-industriales. La definición de los límites de una finca, como sistema, no es tan sencilla, ya que, como en cualquier sistema, la definición de límites es a veces arbitraria. En general, se puede definir una finca como una unidad con una superficie medible, controlada por un individuo o un grupo de individuos, que tiene un propósito agrícola.
Dentro de la finca se puede incluir toda la superficie controlada y trabajada por el individuo o grupo de individuos. Si un agricultor tiene dos parcelas relativamente cerca una de la otra y toma decisiones en conjunto acerca de la cantidad de energía o dinero que deba invertir en las dos parcelas, es lógico incluirlas dentro de una sola finca. Pero si el agricultor alquila una parcela y no invierte nada en ella, en este caso sería más adecuado no incluir la parcela alquilada dentro de la unidad definida como una finca. La parcela alquilada sería una fuente de ingreso fuera de la finca.
Una finca puede considerarse como un subsistema de una región. Los procesos físicos, bióticos y socio-económicos de la región forman el ambiente para un sistema de finca. Las otras fincas de la región son parte de estos procesos y por lo tanto también son parte del ambiente de una finca. Una finca siempre interactúa con los procesos físicos y bióticos de una región, pero hay casos de fincas con muy poca interacción con los procesos económicos de una región como es el caso de aquellas del tipo subsistencia.
Estructura
La estructura de un sistema de finca está relacionada con el número y tipo de componentes y la interacción entre estos componentes. Los componentes de una finca son de tipo físico (suelo, agua, etc.), biótico (poblaciones de plantas y animales), y socio-económico (la casa, implementos, insumes químicos, etc.). Estos componentes interactúan y forman conjuntos con características que también tienen estructura y función y que pueden ser definidos como subsistemas del sistema de finca. En el presente caso, los subsistemas de una finca se postulan como un sistema socioeconómico que está relacionado con la casa, los procesos sociales (cultura) y los económicos (compra y venta) y los agroecosistemas de la finca, que son las unidades físicas de producción.
Subsistema Socio-económico
El subsistema socio-económico de una finca es la unidad que controla los procesos agrícolas dentro de la finca. El subsistema socio-económico es la cabeza del organismo si una finca es conceptualizada como un organismo.
Los componentes de este subsistema también son de tipo físico, biótico y socioeconómico. Los componentes humanos son indudablemente los más importantes de esta unidad, pero la casa, otros edificios (bodegas, taller), los implementos, maquinaria, también se tienen que considerar como componentes del subsistema socio-económico.
Agroecosistema como subsistema
Los agroecosistemas de la finca son las parcelas de tierra en donde se realizan las actividades para desarrollar los cultivos y/o los animales. Los componentes de esta unidad son las poblaciones de plantas (incluyendo malezas, cultivos, pastos), población de animales (incluyendo animales con valor agrícola, insectos, micro-organismos) y el ambiente físico que interactúa con la comunidad biótica de plantas y animales. Estos componentes bióticos y físicos forman una unidad análoga a la unidad del ecosistema estudiado en ecología. Aunque es muy similar a un ecosistema natural, todavía tiene diferencias muy importantes y por esto se denomina un agroecosistema (un ecosistema agrícola).
Los componentes de un agroecosistema interactúan no solamente en el espacio (competencia por nutrientes.), sino también en el tiempo; una población afecta el ambiente y aunque ha sido eliminado (por ejemplo el hombre que cosecha un cultivo) todavía afecta el desempeño de las poblaciones que continúan en el tiempo.
Los sistemas de cultivos no son la única guía para definir agroecosistemas. Los otros subsistemas (por ejemplo: suelos, insectos) pueden variar y el sistema de cultivos mantenerse sin cambios. En el caso hipotético descrito en la Figura 1, un agroecosistema identificado tenia un sistema de cultivos de maíz + fríjol en rotación con maíz solo. Si esta parcela de 5 ha cubre dos suelos muy diferentes, o si la parcela incluye una parte húmeda y otra no muy húmeda (pudiera ser por razón de topografía o por textura de suelo), el agricultor probablemente manejaría el sistema de cultivos en formas diferentes, en suelos diferentes. El manejo del agricultor puede ser una pauta muy importante para establecer los límites de un agroecosistema.
Al visitar una finca no es fácil identificar los agroecosistemas sin saber la distribución cronológica de las poblaciones de cultivos y animales que interactúan dentro de ella. Si se considera que los componentes que interactúan en el espacio (por ejemplo: cultivos intercalados) y el tiempo (por ejemplo: rotaciones) están dentro del mismo agroecosistema, con esta pauta se pueden identificar los componentes y los límites de un agroecosistema.
Para definir los límites espaciales y cronológicos de un agroecosistema y así identificar los agroecosistemas de una finca, se usa como guía generalmente, el sistema de cultivos o sistema de animales.
La Figura 2 describe una situación hipotética en donde se supone que una finca tiene una hectárea sembrada con diferentes arreglos espaciales y cronológicos de maíz, fríjol, arroz y camote. En la fecha No. 1 la finca está dividida en dos parcelas: una sembrada con maíz y fríjol intercalado (ejemplo de una interacción espacial) y la otra con arroz en monocultivo. Después de cosechar estos cultivos, el agricultor siembra maíz, camote y fríjol, también en monocultivo, pero distribuyendo los cultivos en parcelas dentro de la superficie donde antes estaba sembrado el maíz + fríjol y el arroz. Por lo tanto, existe interacción cronológica entre estos cultivos. En el caso descrito (Figura 2), el agricultor repite la secuencia de maíz + fríjol y arroz seguido por maíz, camote y fríjol.
La distribución espacial de esta combinación, es decir, las poblaciones de cultivos que interactúan con el mismo tipo de suelo se pueden identificar como cuatro sistemas de cultivos diferentes y, por lo tanto, cuatro agroecosistemas diferentes de la finca, que están resumidos al lado derecho de la Figura 2.
El subsistema socio-económico y los agroecosistemas de la finca interactúan para dar la estructura a un sistema de finca. El número, tipo de componentes y el arreglo de estos componentes contribuyen a dar una estructura característica a cada tipo de finca.