Triclosán, Cloruro de belzalconio y Clorohexidina son solo algunos de los químicos que suelen estar presentes en Jabónes anti-bacterianos, dentífricos, enjugues bucales, etc. Pueden dar irritación de la piel y favorecer la resistencia de las bacterias. Ademas vienen en su envase de plástico, dentro de su caja de cartón impresa a todo color, y todo esto por algo que podría ser mucho mas natural y efectivo, bueno aprendamos como liberarnos de esta sopa química y elaborar nuestro propio dentífrico en casa y por muy poco dinero.

Ingredientes:
Salvia o tomillo.
Aceite esencial de menta.
Sal marina.
Arcilla blanca (importante que sea para uso interno, también puede tener el nombre de caolín).

La salvia tiene propiedades antisépticas, antiinflamatorias y astringentes. Sus indicaciones son diversas, como el tratamiento de espasmos, fiebre, estimulación de la secreción biliar, aerofagia, flatulencias digestivas y, ya de forma específica en la boca, inflamación de encías, úlceras y llagas bucales, así como faringitis.
El tomillo también tiene propiedades antisépticas. Se emplea para la halitosis, inflamaciones de la boca, aftas, cuidado de los dientes y encías, lavado de heridas en infecciones de la piel causadas por hongos, dermatosis, caída del cabello por infecciones y piojos.
La menta calma los dolores dentales. Tiene un efecto refrescante y contrarresta el mal aliento.
La arcilla blanca contiene oligoelementos que intervienen en la formación y conservación de los dientes. Impide la proliferación bacteriana y microbiana y refuerza las defensas del organismo. Resulta excelente como enjuague bucal.
La sal marina es usada como medicina natural ante inflamaciones bucales y de garganta. Incrementa la acción de la arcilla.